lunes, 5 de octubre de 2015

Comentario del documento ''Decretos de nueva planta''

“Considerando haber perdido los reinos de Aragón y Valencia y todos sus habitantes por la rebelión que cometieron, faltando enteramente así al juramento de fidelidad que me hicieron como a su legítimo Rey y Señor, todos los fueros, privilegios, exenciones y libertades que gozaban y que con tan liberal mano se les habían concedido, sí por mí como por los señores reyes mis predecesores, en esta monarquía se añade ahora la del derecho de conquista (…) y considerando también que uno de los principales tributos de la soberanía es la imposición y derogación de las leyes (…) He juzgado por conveniente, sí por esto como por mi deseo de reducir todos mis reinos a la uniformidad de unas mismas leyes, usos, costumbres y tribunales, gobernándose igualmente por las leyes de Castilla, tan loables y plausibles en todo el universo, abolir y derogar enteramente (…) todos los referidos fueros y privilegios, prácticas y costumbres hasta aquí observadas en los referidos reinos de Aragón y Valencia, siendo mi voluntad que éstos se reduzcan a las leyes de Castilla (…).”





Este documento pertenece y forma parte de  los decretos de nueva planta promulgados por el rey Felipe V el 29 de junio de 1707 en Madrid. Es un texto de carácter jurídico-político, ya que es una ley o decreto en la que el Rey anuncia unas determinadas normas y medidas para la nueva organización político-administrativa de los territorios de la Corona de Aragón.

Debemos situar y contextualizar este texto  en la primera década del siglo XVIII, cuando el Rey Felipe V asciende al poder y es proclamado sucesor del rey Carlos II, con lo que empieza la dinastía borbónica en España. Sin embargo, en un principio este nombramiento no es reconocido por algunas potencias europeas, lo que provoca el estallido de la Guerra de Sucesión de la corona española (1701-1713). Esta guerra cobra un carácter internacional al enfrentar a  Francia y España, partidarias de Felipe de Anjou por un lado, contra  Austria, Gran Bretaña, Holanda, Saboya y Portugal  partidarias del archiduque de Austria Carlos de Habsburgo. Se produce de esta manera un grave problema político que además de enfrontar a varios reinos de Europa provoca también un conflicto interno el cual desemboca en una guerra civil. El enfrentamiento dentro de España se produce entre los reinos partidarios de Felipe de Anjou, Castilla,  País Vasco y Navarra y los del archiduque Carlos, los reinos de la Corona de Aragón. Finalmente las ofensivas borbónicas ocupan los reinos de Valencia y Aragón y la victoria de Felipe V se convierte en inapelable.


En el documento, como consecuencia de esta guerra, se anuncian la supresión de los fueros e instituciones de los reinos de la Corona de Aragón, debido a su apoyo al archiduque Carlos, y su rebelión contra el rey Felipe V. Por otra parte Felipe V, educado bajo las premisas del absolutismo, busca también de esta manera fortalecer el Estado mediante la centralización política y la uniformidad legislativa e institucional. El Rey impone, como se nos dice en el documento, estos decretos por derecho de conquista y considera que tanto los fueros como los privilegios que tenían estos reinos antes habían sido concedidos por los reyes, haciendo referencia tanto a él como a sus predecesores, y  no eran un derecho de los habitantes, mostrando así la soberanía absoluta que poseía el rey. Con esta medida el rey Felipe V logra introducir el modelo político de Castilla en Aragón, uniformando así el sistema político-administrativo-jurídico de los reinos. Este primer Decreto de Nueva Planta supone la aparición de un modelo centralizado y tiene como objetivo reforzar el poder real y homogeneizar, en la medida de lo posible, los territorios sobre los que se ejerce el gobierno.

1 comentario:

  1. Muy bien comentado y muy bonito el blog. Una sugerencia, justifica los márgenes del texto .

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