“Considerando haber perdido los reinos de Aragón y Valencia y todos sus habitantes por la rebelión que cometieron, faltando enteramente así al juramento de fidelidad que me hicieron como a su legítimo Rey y Señor, todos los fueros, privilegios, exenciones y libertades que gozaban y que con tan liberal mano se les habían concedido, sí por mí como por los señores reyes mis predecesores, en esta monarquía se añade ahora la del derecho de conquista (…) y considerando también que uno de los principales tributos de la soberanía es la imposición y derogación de las leyes (…) He juzgado por conveniente, sí por esto como por mi deseo de reducir todos mis reinos a la uniformidad de unas mismas leyes, usos, costumbres y tribunales, gobernándose igualmente por las leyes de Castilla, tan loables y plausibles en todo el universo, abolir y derogar enteramente (…) todos los referidos fueros y privilegios, prácticas y costumbres hasta aquí observadas en los referidos reinos de Aragón y Valencia, siendo mi voluntad que éstos se reduzcan a las leyes de Castilla (…).”
Este
documento pertenece y forma parte de los
decretos de nueva planta promulgados por el rey Felipe V el 29 de junio de 1707
en Madrid. Es un texto de carácter jurídico-político, ya que es una ley o
decreto en la que el Rey anuncia unas determinadas normas y medidas para la
nueva organización político-administrativa de los territorios de la Corona de
Aragón.
Debemos
situar y contextualizar este texto en la
primera década del siglo XVIII, cuando el Rey Felipe V asciende al poder y es
proclamado sucesor del rey Carlos II, con lo que empieza la dinastía borbónica
en España. Sin embargo, en un principio este nombramiento no es reconocido por
algunas potencias europeas, lo que provoca el estallido de la Guerra de
Sucesión de la corona española (1701-1713). Esta guerra cobra un carácter internacional
al enfrentar a Francia y España, partidarias de Felipe de Anjou por un lado, contra Austria, Gran Bretaña, Holanda, Saboya y
Portugal partidarias del archiduque de
Austria Carlos de Habsburgo. Se produce de esta manera un grave problema
político que además de enfrontar a varios reinos de Europa provoca también un
conflicto interno el cual desemboca en una guerra civil. El enfrentamiento dentro
de España se produce entre los reinos partidarios de Felipe de Anjou, Castilla, País Vasco y Navarra y los del
archiduque Carlos, los reinos de la Corona de Aragón. Finalmente las ofensivas
borbónicas ocupan los reinos de Valencia y Aragón y la victoria de Felipe V se
convierte en inapelable.
En el
documento, como consecuencia de esta guerra, se anuncian la supresión de los
fueros e instituciones de los reinos de la Corona de Aragón, debido a su apoyo
al archiduque Carlos, y su rebelión contra el rey Felipe V. Por otra parte
Felipe V, educado bajo las premisas del absolutismo, busca también de esta manera fortalecer
el Estado mediante la centralización política y la uniformidad legislativa e
institucional. El Rey impone, como se nos dice en el documento, estos decretos por derecho de
conquista y considera que tanto los fueros como los privilegios que tenían
estos reinos antes habían sido concedidos por los reyes, haciendo referencia
tanto a él como a sus predecesores, y no
eran un derecho de los habitantes, mostrando así la soberanía absoluta que poseía el rey. Con esta medida el rey Felipe V logra
introducir el modelo político de
Castilla en Aragón, uniformando así el sistema político-administrativo-jurídico
de los reinos. Este primer Decreto de Nueva Planta supone la aparición de un
modelo centralizado y tiene como objetivo reforzar el poder real y
homogeneizar, en la medida de lo posible, los territorios sobre los que se
ejerce el gobierno.
Muy bien comentado y muy bonito el blog. Una sugerencia, justifica los márgenes del texto .
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